Orientación y educación emocional: aportes para la convivencia familiar saludable ante la experiencia del confinamiento por covid-19

Resumen

La labor profesional en Orientación aporta herramientas para comprender la importancia de la educación emocional ante el hecho de afrontar el actual momento de incertidumbre que, debido al COVID-19, ha impactado todos los ámbitos de vida de las personas; y, muy especialmente, la convivencia familiar y las relaciones entre padres e hijos. El propósito de este ensayo es aportar herramientas de educación emocional para la convivencia familiar saludable ante la experiencia del confinamiento; aportar positivas estrategias comunicacionales y afectivas para favorecer las relaciones interpersonales e intrapersonales entre padres e hijos en el hogar. La realidad de la pandemia obliga a un proceso de transformación acerca de lo que había; por eso, la necesidad de fortalecer los lazos emocionales que hoy constituye un aspecto central para el bienestar familiar.


Instrumentos y metodología

Modalidad Ensayo. Aportes analíticos reflexivos con propuestas de Orientacion Familiar y Socioeducativa.


Resultados

Con la experiencia del confinamiento, se quiera o no, se ha dado un reencuentro de la vida familiar en el hogar. Por ello, es necesario que la comunicación familiar se trabaje entre todos para que pueda ser efectiva, cálida y positiva. Es una manera específica y clave al momento de controlar las emociones negativas; al menos, evitar que se acentúen y causen mayores problemas en las relaciones familiares. Entre todos pueden colaborar para identificar las emociones (negativas y positivas), conocerlas y controlarlas con el apoyo de la familia. Ello, permitirá a los padres reconocer que sus hijos son seres humanos en desarrollo, que pueden pensar, hablar, actuar; pero, sobre todo, sentir. Y cada una de las expresiones emocionales conforman una tarea para la convivencia familiar y el desarrollo de positivas habilidades de vida. Eso nutre y enriquece la salud y el bienestar emocional en la vida familiar. Para Bisquerra (2014, p. 4), se trata de “la capacidad para gozar de forma consciente de bienestar y procurar transmitirlo a las personas con las que se interactúa”.


Conclusiones

Con la COVID-19, todo ha sido de alarma, de emergencias, de dramas y de temores; por lo que, esta experiencia mundial, se quiera o no, requiere que, al interior del hogar en la vida familiar entre adultos, niños, niñas y adolescentes, exista la necesidad de aprender a mantener una comunicación más fluida y con acercamiento afectivo. Co mayor énfasis en lo que respecta a los más pequeños del hogar. Cuidarlos y protegerlos es también hablar con ellos, escuchar lo que tienen que decir, ayudarlos a eliminar los miedos y garantizarles protección y amor. Crear un ambiente para que los niños y niñas puedan desarrollar un sentido de pertenencia basándose en la cooperación y el respeto mutuo. Acciones que no son de castigos físicos, ni maltratos a los niños. Los padres deben colaboran para que, cada día, sea mejor que el anterior al enseñar a sus hijos autodisciplina, respeto mutuo, habilidades para afrontar y resolver problemas. Al hablar y conversar acerca de las emociones se construye ese sentido de cercanía y de responsabilidad. La presencia en la convivencia familiar se construye en ese proceso de relación emocional cercana, con palabras motivadoras y gratificantes; ello es esencial, a más presencia, más vínculos emocionales se pueden estructurar. Finalmente, los padres de familia deben mantenerse en observación y analizar que la realidad de la pandemia obliga a un proceso de transformación acerca de lo que había; al tiempo que, exige de una visión más amplia para aprender a cuidarse día a día, atender las nuevas maneras de relacionarnos entre las personas. Y, con respecto a la relación afectiva con los hijos e hijas, conlleva a la necesidad de fortalecer los lazos emocionales que hoy constituyen un aspecto central para el bienestar familiar en la convivencia cotidiana. Hoy la vida emocional tiene una presencia activa innegable en nuestros comportamientos, porque los seres humanos debemos tomar consciencia de la importancia que tiene el hecho de aprender a identificar, clarificar y controlar nuestras emociones. Son habilidades que determinan nuestro patrón de acciones en todos los ámbitos de la vida personal, familiar y social cultural. Por eso, la realidad actual exige nuevos aprendizajes y la comunicación es clave, de mucha importancia. Pero, también es central mantener positivas relaciones interpersonales en familia cuidando las reacciones emocionales y aprendiendo a educarlas. Una realidad que, con los aportes de la labor profesional de la orientación, será posible concretar los objetivos de la educación emocional en beneficio de las familias


Enlaces a sitios web en donde se ha publicado el estudio completo

 

País
Venezuela


Año de realización
2020


Tipo de investigación
Cualitativa


Personas a cargo
ALIRIA VILERA GUERRERO


Instituciones implicadas
Universidad de los Andes-Venezuela y Universidad de Carabobo -UC-, Venezuela. Facultad Ciencias de la Educacion UC, Comité Editorial Revista ARJÉ Vol. 14. N° 27. Edición Especial Julio - Diciembre 2020


Palabras clave

  • Orientación
  • Educación Emocional
  • COVID-19
  • Convivencia Familiar


Publicada en revista científica